La primera unidad de transporte público que Claudia Mariola Martínez condujo fue una Alimentadora en la base de San Jerónimo, de eso ya casi 18 años.

Fue una de las primeras mujeres chofer que el Sistema Integrado de Transporte Optibús (SIT) tuvo. Antes de esta travesía se dedicaba a hacer bolsas de mujer en un negocio familiar. Debido al poco trabajo que había, su hermano, quien también es conductor, la invitó a trabajar.

“Yo me rehusaba, yo decía a mí no me gusta manejar camiones, yo con mi coche tengo. Como me gustaba salir, pues ocupaba dinero y desde ahí fue donde yo empecé a trabajar acá”, dijo.

Hace 18 años Claudia comentó que sí existían estas oportunidades para la mujer, sin embargo, notaba que se cohibían y se limitan por los prejuicios, en la actualidad la empresa SIT cuenta con alrededor de 30 mujeres.

Hablando del ambiente de trabajo en donde predomina el género masculino, contó que sus compañeros son respetuosos con ellas, “cada una nos vamos dando nuestro lugar, el lugar que te des es el que tienes con los demás. Sinceramente a mí en los casi 18 años que tengo nunca me han faltado al respeto”.

Trabajar con personas no es cosa fácil, y menos en el transporte público, todo depende del estado de ánimo y la hora del día ya, sea muy temprano o tarde. Para Claudia, tratar con los usuarios día con día es algo muy cambiante. Cuando comenzó en el transporte urbano el contacto era más cercano empezando por cobrar y el tema de las barras.

“Como chofer de oruga solamente suben y bajan, únicamente te dan las gracias o un hasta luego, que te vaya muy bien, que tenga buen día, pero es más distante el servicio”, agregó.

Una cosa que cabe resaltar es que el SIT tiene horarios accesibles para las madres de familia, ya que algunas trabajan 4 horas, toman un espacio para ir a casa a convivir con su familia y pueden regresar para continuar trabajando. “Aquí tenemos o tienen jornadas de 4 horas o de 8 horas variadas. Unas entran a las 5:30 am y terminan más tardar a las 10; otras trabajan 4 horas y luego se regresan tipo a las 5 de la tarde al otro turno”, explicó.

Y aunque pareciera que la ruta es la misma, no es así, para Claudia cada vuelta es diferente. “Así como puede ser una vuelta muy tranquila, la otra puede ser con demasiado tráfico, un accidente o ya te atoraste en el tráfico y la otra vienes a vuelta de rueda, viene un niño llorando o vienen algunos dormidos, nada es igual”, agregó.

Claudia Mariola Martínez es una inspiración para muchas mujeres, en especial para su actual pareja, quien comenzó a manejar cuando vio a Claudia, “muchas compañeras me lo han dicho ‘yo te miraba y decía ‘se ha de sentir muy padre manejar un camión’. Sí se siente padre”, dijo.

El consejo que Claudia da a las mujeres de todas las edades y estratos sociales es que no tengan miedo porque el límite está en la mente, y que los prejuicios y miedos no las frenen a intentarlo, porque sí se lo proponen, pueden lograrlo.